Yago Bazal se deja ver dos horas
La luna nueva late dentro del corazón de un hombre declarado clandestino. Es una noche oscura como un crimen. Yago Bazal avanza monte abajo entre sombras azules que susurran su historia.
A las Órdenes del Viento
Me habría gustado ser discípula de Ícaro. Hubiera sido hermoso festejar las bodas de Calixto y Melibea. Me habría gustado ser un hitita ante la reina Nefertari el joven Werther en Río de Janeiro.