el triángulo palpita constante y simultáneo
zambullendo en su océano henchido
espectaculares parpadeos radiantes
de sistemas radicalmente densos
derrochados y apetecidos por
tenaces cazadores furtivos
una vez desencadenada
la jauría de tritones
sirenas obesas
permanecen
en alerta
fuego
para
la
captura
reiteradas veces
representada en
los departamentos
amables y circulares
donde durante
los primeros
bellos soles
viejas sabias
transmitieron
el misterioso
arte de abrazar
a las mazorcas
de maíz color
blanquecino
y amarillento
para embutir
subterráneos
y huequitos
donde escancia
el concentrado
virtuoso placentero y jugoso
de la corpulenta y saludable calavera
atávica armadura de mostros irredentos
e irreverentes maestros perseguidores
