No quiero seguir de necio pero es necesario creo yo, en un país donde nadie o muy pocos leen y esos que leen muy pocos leen nacionales. Es necesario levantar la voz y protestar como muchos otros lo hemos hecho en distintos blogs y en periódicos, porque para eso lo que sirve a esta aparente democracia: el derecho al berreo. La razón ya es de sobra conocida y hasta cansina tanto por el jurado como para nosotros como lectores y escritores, la declaración de desierto en cuento y novela, pero vamos por partes. Abordemos el jurado, quienes son y qué hacen, de todos ellos quien sabe y conoce de literatura es la señora Dlia Mc Donald y los otros dos me es nuevo su quehacer en la literatura, me refiero a Laurencia Saenz y el otro jurado cuyo jurado se me va el nombre. Laurencia lo qué sé de ella es que escribe en la nación una columna no sé de qué tema porque no leo ese periódico, y tengo entendido es periodista pero hasta ahí a menos que se dé la licencia que por ser periodista y escribir por ende ya es alguien con conocimientos literario; no le conozco poesía, crítica literaria, novela, cuento por esa razón, si lee este artículo la invito a que me envíe si tiene a bien claro está, qué conocimientos literarios tiene, lo digo exento de cualquier halo sarcástico o irónico.
Ahora bien de Dlia lo poco que sé de ella es que es poeta y narradora, además tiene un blog donde hace, si cabe el término, crítica literaria. Se les ha bordado hasta saciedad y como jurado se han acogido al término inapelable, lo cuál es respetable. Pero a lo que voy es lo siguiente: ¿Qué esperan ustedes como jurado de un país donde nadie o muy poca gente se dedica a la labor literaria? ¿Tienen la arrogancia de poder tomarse a pecho el titulo de jurado y descalificar a portas las obras de muchos escritores, algunos avezados otros jóvenes pero llenos de talento? ¿Acaso sus obras, si es que tienen alguna, les dan un espaldarazo para opinar como lo hicieron? ¿Qué buscan ustedes, pregunto en serio, algún Borges, Joyce, Fante, Marías, Tabucci? ¿En serio buscan eso? ¿O mínimo conocen algunos nombres de los que acabo de mencionar? Su intransigencia es respetable pero no la comparto, siguen ustedes señores dando palos de ciego en un país en que el segundo año se siguen declarando desiertos o dando premios a obras que de verdad dan vergüenza, siendo los máximos galardones en los que un escritor puede aspirar en este país. La maldición perdón mención honorifica de Guillermo Barquero me es un irrespeto total, es pintarle la cara al esfuerzo de Barquero, ya que dicha mención legalmente no existe.
Ni que decir del capitulo de cuento que es el segundo año, óiganme bien, el segundo año que se declara desierto, en donde sin embargo habían claramente dos buenos libros de cuentos como los de Cirus Sh. Piedra y Daniel Garro, a los cuales se dieron el lujo señores de declararlos desiertos, teniendo una calidad aceptable para ser un primer libro y para un medio tan parroquial como el nuestro, tal vez por que como dijo un jurado era violento -supongo que se refería el Circo del Deseo- cuya violencia no veo por ningún lado y el otro que por ser de ciencia ficción no cabe en los paradigmas malditamente establecidos desde hace muchos por personajes como Magón y Aquileo. Temo que algunos, no todos, de ustedes señores del jurado no se dieron a la tarea de leer las obras publicadas, irrespetando al pequeño, minúsculo gremio de escritores de este país, pero a ustedes no les importó.
El otro premio que si se atrevieron a dar fue a Lil Picado en poesía, en realidad y acepto mi ignorancia no conozco quién es y por ende su obra. ¿Acaso la obra de Picado es tan buena como la poesía de Linh, Plath, Gelman, Mellarmé? Porque juzgando –tal vez tergiverso el concepto de calidad de ustedes- ese poemario podría estar a la altura de Una Temporada en el Infierno, o La Revolución Solitaria, me imagino que sí hay que el listón de calidad tan alto para la prosa debe entonces también haberlo para la poesía. Ya se ha dicho mucho, hasta la saciedad, simplemente me queda en claro que los jurados literarios vienen a engrosar, año con año, la mediocridad que ya de por sí ostentamos en fútbol, política, y televisión, porque les digo entonces como diría Guns Rose: “Welcome to the jungle”. Acá está mi correo, espero que alguno me diga qué han hecho en su quehacer literario.